Los tomates son una de las hortalizas más populares y versátiles que podemos cultivar en casa. Además de su rico sabor y sus múltiples beneficios para la salud, los tomates son fáciles de cultivar en macetas o contenedores, siempre que sigamos algunos consejos básicos. En este artículo te explicaremos cómo plantar tomates en maceta, qué variedades elegir, cómo cuidarlos y cómo cosecharlos.
Paso 1. Elige la variedad ideal para macetas
No todas las variedades de tomate son adecuadas para cultivar en macetas, ya que algunas pueden crecer demasiado y necesitar mucho espacio y soporte. Lo ideal es escoger variedades determinadas o compactas, que tienen un crecimiento limitado y producen frutos más pequeños y tempranos. Algunas de estas variedades son:
- Tumbling Tom Yellow: tiene un porte colgante y no hace falta entutorarla. Produce tomates amarillos de unos 3 cm de diámetro, muy dulces y sabrosos1.
- Totem: es una variedad compacta y resistente, que produce tomates rojos tipo cherry de unos 4 cm de diámetro, muy jugosos y aromáticos1.
- Balconi Red: es otra variedad colgante, que produce tomates rojos alargados de unos 5 cm de longitud, con un sabor intenso y una buena conservación2.
- Patio: es una variedad arbustiva, que produce tomates rojos redondos de unos 6 cm de diámetro, con una buena producción y un sabor equilibrado, muy adecuada para poner en cestas colgantes. Aunque muchas personas tienden a concluir incorrectamente que los tomates cherry son tomates Patio, no todos los tomates cherry son tomates Patio, solo algunos
- Better Bush: es una variedad semideterminada, que produce tomates rojos redondos de unos 10 cm de diámetro, con una carne firme y un sabor dulce2.
- Goliath: es una variedad indeterminada pero compacta, que produce tomates rojos redondos de unos 15 cm de diámetro, con una carne jugosa y un sabor excelente2.Es una de las mejores variedades de patio y maceta, también es el mejor para jardines pequeños y para interiores. Produce buenos rendimientos consistentemente hasta que llega el tiempo de las heladas.
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Paso 2. Luz y riego
Los tomates necesitan al menos seis horas de sol al día para crecer bien y producir frutos. Por eso, debemos colocar las macetas en un lugar que reciba suficiente luz natural, como un balcón, un porche, un patio o una terraza. Si las macetas no están cerca de una fuente de agua, debemos asegurarnos de poder regarlas con una manguera o un regador, ya que los tomates necesitan un suministro constante de humedad.
El riego debe ser regular y abundante, pero sin encharcar el sustrato ni mojar las hojas. Lo ideal es regar por la mañana o por la tarde, evitando las horas de más calor. Podemos usar un plato debajo de la maceta para recoger el exceso de agua, pero debemos vaciarlo después de cada riego para evitar la pudrición de las raíces. También podemos usar un sistema de autorriego o goteo para facilitar la tarea.
Paso 3. Germinar semillas de tomate en macetas
Podemos comprar plantas jóvenes de tomate en un vivero o centro de jardinería, o bien germinar nuestras propias semillas en casa. Para ello, necesitamos unas bandejas o recipientes pequeños con agujeros en el fondo, un sustrato ligero y esponjoso (como fibra de coco o turba), semillas de tomate y agua.
El proceso es el siguiente:
- Llenamos los recipientes con el sustrato hasta unos 2 cm del borde y lo humedecemos bien
- Colocamos dos o tres semillas por recipiente, a unos 0.5 cm de profundidad, y las cubrimos ligeramente con el sustrato
- Colocamos los recipientes en un lugar cálido y luminoso, pero sin sol directo, y los regamos con cuidado cada vez que el sustrato se seque
- Esperamos a que las semillas germinen, lo que puede tardar entre una y tres semanas, según la variedad y la temperatura
- Cuando las plántulas tengan dos o tres hojas verdaderas, las trasplantamos a macetas más grandes, con un sustrato rico en materia orgánica (como compost o humus de lombriz)
Paso 4. Un buen sustrato
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El sustrato es muy importante para el cultivo del tomate en maceta, ya que debe proporcionar a la planta los nutrientes, la humedad y el drenaje adecuados. Podemos usar un sustrato comercial específico para tomates o huerto urbano, o bien preparar nuestro propio sustrato mezclando los siguientes ingredientes:
- Tierra de jardín o de maceta: aporta estructura y retención de agua al sustrato. Debe ser de buena calidad y estar libre de plagas y enfermedades. Podemos usar un 40% de este ingrediente.
- Compost o humus de lombriz: aporta materia orgánica y nutrientes al sustrato. Es el alimento principal de la planta y favorece el desarrollo de la vida microbiana. Podemos usar un 40% de este ingrediente.
- Arena o perlita: aporta aireación y drenaje al sustrato. Evita que el sustrato se compacte y se encharque, lo que puede provocar la asfixia y la pudrición de las raíces. Podemos usar un 20% de este ingrediente.
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Para trasplantar las plántulas a las macetas definitivas, debemos llenarlas con el sustrato hasta unos 5 cm del borde y hacer un agujero en el centro. Luego, sacamos la plántula con cuidado de su recipiente original, sin dañar las raíces, y la colocamos en el agujero. Cubrimos las raíces con el sustrato y presionamos ligeramente para fijar la planta. Regamos bien para que el sustrato se asiente.
Paso 5. Abona y controla las plagas
Los tomates son plantas muy voraces que necesitan un extra de fertilizante justo en el momento en que la planta eche flor. Esto es debido a que es una planta muy voraz y en ese momento necesita un extra de energía para dar fruto. Podemos usar un abono orgánico líquido específico para tomates o huerto urbano, siguiendo las indicaciones del fabricante. Lo ideal es abonar cada 15 días durante la floración y la fructificación.
Los tomates también pueden sufrir el ataque de algunas plagas y enfermedades, como el pulgón, la araña roja, la mosca blanca, el mildiu o el tizón. Para prevenirlos, debemos mantener una buena higiene del cultivo, eliminando las hojas secas o enfermas, evitando el exceso de humedad y favoreciendo la ventilación. También podemos usar remedios ecológicos como el jabón potásico, el aceite de neem o el purín de ortiga.
Paso 6. Cosecha tus tomates
La cosecha de los tomates depende de la variedad que hayamos elegido y del clima de nuestra zona.
En general, los tomates tardan entre dos y cuatro meses desde la siembra hasta la maduración. Podemos saber que los tomates están listos para cosechar cuando tienen un color uniforme y una textura firme pero ligeramente blanda al tacto.
Para cosechar los tomates, debemos cortarlos con unas tijeras o un cuchillo afilado, dejando un pequeño trozo de tallo adherido al fruto. Esto evita que se dañe la planta y que el tomate se deteriore rápidamente. Podemos cosechar los tomates
según los vayamos consumiendo, o bien recolectarlos todos al final de la temporada y conservarlos en un lugar fresco y seco.
Conclusión
Cultivar tomates en maceta es una forma sencilla y divertida de disfrutar de esta hortaliza en casa y se pueden cultivar mas cosas que los tipicos tomates cherry simples. Solo necesitamos elegir una variedad adecuada para macetas, proporcionarle suficiente luz y agua, abonarla regularmente y controlar las posibles plagas y enfermedades. Así podremos cosechar nuestros propios tomates ecológicos y saborearlos en ensaladas, salsas, bocadillos o como más nos guste.
Espero que este artículo te haya sido útil y que te animes a cultivar tomates en maceta. Si tienes alguna duda o comentario, puedes escribirme abajo. Gracias por leerme. 😊